La convivencia de los bebés con los animales es un poco complicada, más allá de los cuidados para tener con el bebé, es ver cómo van a reaccionar las mascotas ante su llegada. En el caso particular de los gatos, ellos ven a los pequeñitos como extraterrestres, por sus ruidos extraños, comportamientos inesperados y además distintos a los de sus dueños.
A comparación del bebé, los gatos son animales de rutina, por lo que la llegada de un nuevo miembro representa un cambio muy brusco para él; si lo que se desea es una convivencia pacífica, lo mejor es tomar en cuenta estas recomendaciones:
- Supervisar el contacto del gato con el bebé. No dejarles solos ni un solo momento. Si el bebé está durmiendo, se debe cerrar la puerta de su habitación para mantener el gato alejado, y evitar así a que trepe a la cuna.
- Observar si existe alguna reacción alérgica en la piel o en la respiración del bebé. Podría ser por el pelo del gato. En este caso, deben consultar al médico.
- Antes de que el bebé llegue a casa es conveniente acostumbrar a la mascota a él. Intente antes ajustar gradualmente los nuevos horarios y lugares de comida, de jugar o acariciar al gato. Cualquier cambio abrupto en la vida del gato puede causarle ansiedad y miedo.
- Acostumbrar al gato a los sonidos que hace el bebé, así como a sus olores. Que el gato olfatee su perfume, y se familiarice con los llantos del bebé.
- Cortar regularmente las uñas del gato, para evitar posible arañazos. Buscar la orientación de un veterinario para eso.
- Asegurarse de que el gato sepa qué cosas tiene permitidas o prohibidas. Subirse a la cuna o a su regazo cuando esté amamantando al bebé, no se le debe permitir.
- Los animales ‘hablan’ con su cuerpo. Si la cola del gato está hacia arriba y no menea, es señal de que el gato está agitado y que merece atención. Si sus orejas están paradas, el gato estará relajado e interesado.
- El comportamiento del gato también dependerá de las actitudes de sus dueños. Permita al gato observar y aproximarse a su ritmo al bebé, sin expresar terror y miedo. Darle un voto de confianza también ayuda a educarle.
- Tener en cuenta la personalidad del gato. De eso dependerá su ajuste o no al nuevo bebé.
- Cuidar de la higiene. Evitar que el gato se suba a la cuna, a la mesa, y que esté siempre en contacto con el bebé. Educar al gato en este sentido es sumamente necesario.