La crianza de los hijos no es nada sencillo, implica paciencia, calma, comprensión y mucho tino para saber conducir el hogar; sin embargo, es inevitable cometer algunos errores con los pequeños por la falta de experiencia o consejo.
Es por ello que te presentamos 5 errores que podamos estar cometiendo en la crianza de nuestros hijos:
- Falta de conocimiento. Son cada vez pocas las familias que conviven dentro de un núcleo amplio, donde tíos, primos, abuelos y más intervienen en consejos y algunas ideas para la crianza. Ahora las familias son más reducidas y ese aislamiento puede que nos genere dudas, por lo que hace falta tener iniciativa para indagar más sobre métodos de educación, además de mucho amor y afecto entre los miembros.
- Cansancio y falta de tiempo. Hoy en día ambos padres se encuentran trabajando, por lo que el tiempo es uno de los recursos más escasos en las familias. El cansancio también separa mucho a padres e hijos, por lo que es importante otorgarles un tiempo para compartir, tus hijos lo agradecerán.
- Culpa. Ya sea por algunos errores pequeños o por no compartir tiempo con tus hijos se maneja cierto sentimiento de culpa, incluso por negarle un capricho, el sentimiento de culpa puede perseguirnos pero hay que tener en cuenta si realmente es por un error adrede o por el berrinche de los pequeños. No se trata de ceder, sino de buscar un equilibrio, llegar a acuerdos si se trata de pedidos de los niños. Recuerda, hablar con tus hijos puede ser de gran ayuda para que ellos también te entiendan.
- Creencias limitantes e incorporadas. Si bien tenemos grabada la educación que recibimos de nuestros padres, es importante saber ahora (que asumes el rol materno o paterno) por qué tus padres tenían ciertas prácticas contigo. Analizar ellas y ver si las ves propicias para aplicarlas a tu familia te hará ser más consciente de lo que quieres para tu hogar.
- Ceguera emocional. No hay un curso de inteligencia emocional que nos prepare para ser padres, pero sí podemos consultar a especialistas sobre el tema y ver cómo influyen nuestras emociones en nuestro rol como padres, de modo que podamos corregir errores en la crianza y aumentar nuestra confianza como papás.