Un promedio de 2 mil infantes han fallecido anualmente por accidentes. Pero esta cifra no significa que debemos tener los ojos encima de nuestros engreídos todo el tiempo, sino que debemos ser más cuidadosas y sobre todo saber reaccionar ante accidentes. Aquí las pautas para los casos más comunes:
Heridas y hemorragias
Para evitar los accidentes en los muebles con esquinas puntiagudas es mejor moverlos de tal forma que las puntas no estén tan expuestas a los niños. En cuanto a calmar las hemorragias, primero debemos detenerlas. ¿Cómo se hace? Levantando la extremidad que tiene la hemorragia y luego haciendo presión encima de la herida con un paño grueso. Esto puede ayudar mientras que nos trasladamos al hospital.
Quemaduras
Para evitarlas aleja los productos inflamables de su alcance. Pero, en estas situaciones lo más recomendable es alejar al niño del ambiente de calor y mojar con agua fría la parte afectada por 10 minutos a más. No usemos agua helada ni pomadas; en casos de quemaduras graves ir al centro médico más cercano.
Caídas y golpes
Vivimos este tipo de accidentes día a día, pero algunos pueden ser graves! Para reducir la inflamación. lo mejor es colocar hielo encima de la parte golpeada. Si hay un analgésico en casa, no dudemos en aplicárselo en la dosis apropiada para su edad para aliviar el dolor.
Atragantamiento
En este tipo de accidentes debemos actuar inmediatamente porque los segundos valen oro! Sostengamos al bebé por la barbilla y pongámoslo boca abajo. Luego demos 5 golpes en la espalda, entre los omóplatos.
Después, volteemos al bebé manteniendo la cabeza abajo y los pies arriba, presionemos su pecho, entre sus tetillas, con 2 dedos empujando hacia arriba. Repitamos esta acción 5 veces hasta que logre botar el objeto ingerido.
Recordemos también que a la hora de comprar juguetes debemos tener cuidado con el tamaño para que no se lo meta a la boca. Además asegúrate que tenga registro sanitario, con esto sabrás que no es tóxico.
Intoxicaciones o envenenamientos
Lo primero que tenemos que hacer es reconocer la sustancia y la cantidad que nuestro pequeño tomó. Si es kerosene o gasolina, podemos diluirlo tomando agua y leche. En caso de insecticida, darle abundante agua y luego provocar el vómito. Pero si la intoxicación es por respirar monóxido de carbono o permanecer en un ambiente con sustancias letales, lo más recomendable es llevarlo a un lugar con aire limpio. Nunca tratemos de incitarlo al vómito si es que está inconsciente! En casos de intoxicación con líquidos corrosivos como ácido clorhídrico o lejía, no provoquemos el vómito, acudamos a un centro de salud para que sea tratado por médicos.
Los accidentes pueden ocurrir en cualquier lugar, incluso cuando los niños están en nuestros brazos. Sólo mantengamos la calma y sigamos los pasos para auxiliarlos más pronto posible porque en muchos casos el tiempo de reacción es decisivo. Y tú, ¿ Ya tomaste nota de estas pautas de primeros auxilios?