Toda pareja se pregunta porque algunas relaciones duran y otras no. ¿Por qué la pareja del barrio se veía tan enamorada el año pasado y ahora cada uno está regresando donde sus padres? ¿Por qué nuestros vecinos llevan 53 años de casados y se llevan a las mil maravillas?
Según el Dr. Roger Libby, terapeuta de parejas y matrimonios, una de las claves para que una pareja perdure en el tiempo es conocer las diferentes etapas por las que pasa una relación y disfrutar de cada una de ellas, de manera que el vínculo se fortalezca mientras el tiempo pase.
A continuación conocerás las cuatro etapas por las que toda pareja que convive pasa. Superar con éxito las crisis de cada una de estas etapas permite que la pareja se consolide a largo plazo. Las que no logran generalmente se separan.
Etapa 1: Romance
Toda relación se inicia con el romance, es decir el enamoramiento, el tener ojos solo para la otra persona, el estar llenos de pasión, el pensar que el otro es el ser más maravillosos sobre la tierra (estamos un poco ciegas a veces). Puede durar poco o mucho, desde dos meses a dos años. El romance es una etapa maravillosa llena de deseo sexual del uno por el otro.
Cómo mantener el romance (para ambos):
- La pasión desenfrenada pasará pero las muestras de cariño y consideración las reemplazan perfectamente. “Necesitas ser atento, romántico y hacer cosas imprevistas, como lavar los platos cuando ella es la que lo hace siempre; es romántico porque es considerado,” dice Libby a los hombres.
- En el caso de las mujeres es igual. Ser atentas significa dejar (al menos de vez en cuando) que él sea feliz, complacerlo alguna vez sin esperar nada a cambio.
Etapa 2: Lucha de poderes
La segunda etapa de una relación, según Libby, es la lucha de poderes, que sucede cuando el romance termina de pronto y ambos buscan prevalecer en la relación y que las cosas se hagan a su modo. Desde cómo se gastará el dinero hasta el cuándo y cómo se tendrán relaciones.
Inevitablemente en ambos se siente decepción, las cosas no son cómo esperábamos y es posible una separación. De hecho habrás notado entre tus conocidos parejas que se separan apenas al año o dos años del matrimonio (o antes). Precisamente se trata de parejas rotas en esta etapa.
Pareciera que uno o ambos en la pareja de pronto piensan: esta relación es un error, mejor estaba de soltero, no va más.
En lugar de ver lo que tenían en común como lo hacían al comienzo, empiezan a notar todas las fallas y diferencias.
¿Cómo salir adelante en esta etapa?
- Entenderse y apoyarse es la clave en esta etapa. Lo más importante es la buena voluntad de cada uno por escuchar, entender y apoyar al otro. Si los dos actúan como enemigos que se destruyen en vez de apoyarse, la relación en sí misma carece de sentido, pero si ambos se apoyan, se escuchan, se ayudan, todo tiene sentido.
- Luchar por mantener una vida sexual plena. En esta etapa (digamos pasados dos años de matrimonio) el sexo es fundamental para que la relación de pareja se fortalezca, buscar el disfrute mutuo en el sexo y dejar atrás los desánimos es el mejor consejo.
Etapa 3: Estabilidad
La tercera etapa de una relación es la etapa de estabilidad, que es cuando te das cuenta que no puedes cambiar a tu pareja, y que tampoco quieres hacerlo.
La lucha de poderes cede, mejor dicho ceden ambos en parte, ya se conocen bien, se aceptan y en términos generales se llevan bien.
Esta etapa también encierra un grave peligro: La rutina. Los matrimonios estables pero rutinarios pueden ir bien, hasta que de pronto uno de los dos (no siempre el hombre pero sí la mayoría de veces) encuentra nuevas emociones fuera de casa que le calientan la cabeza. Aparecen así las infidelidades y nuevamente un matrimonio puede destruirse para siempre.
¿Qué hacer?
- Darle emoción a la relación, sorpresa, salir de la rutina, ir a lugares nuevos y, nuevamente, disfrutar de su vida sexual. “Recomiendo comunicación regular acerca de lo que las parejas necesitan el uno del otro, emocional y sexualmente,” dice Libby.
- Puede ayudar para mantener las cosas divertidas ser juguetón y gracioso, en vez de serio con todas las cosas. “Salgan en una cita una vez a la semana y hagan cosas que raramente o nunca han hecho antes para agregarle emoción a la relación, lo que también afecta sexualmente,” dice Libby.
Etapa 4: Compromiso
Ocurre cuando la pareja valora la relación con sus altos y sus bajos como un proyecto que hay que cuidar para toda la vida, sostenido también por la presencia de los hijos. Amor, Confianza y Cariño. El querer a la pareja y confiar plenamente en ella, es lo que la va a sostener a largo plazo.
El enemigo de la relación en esta etapa es precisamente la desconfianza y la indiferencia. Hay parejas que no se aman realmente a pesar de que se mantienen juntas muchos años, ya que mantienen una actitud indiferente a las necesidades afectivas del otro. Prima solo la comodidad.
Qué hacer en esta etapa.
El mejor remedio para la indiferencia es el cariño físico, con besos, abrazos, caricias, masajes y, sí, otra vez sexo. El ser humano responde físicamente al afecto, una pareja que se besa, se abraza y se acaricia se amará por siempre.