Ahora que estás embarazada seguramente tu médico y amigas te han mencionado que existen alimentos y bebidas prohibidos durante la gestación, como el alcohol y el café, pero también muchos otros que te llenan de dudas.
Al respecto la investigadora Emilia Oster ha publicado un libro, “Mejorando la espera”, cuya principal conclusión es que si bien las evidencias con respecto a los alimentos prohibidos es contradictoria, lo mejor siempre será abstenerse ante la duda.
Por ejemplo, según el libro, son muchísimas las investigaciones que advierten que no se debe beber una sola gota de licor durante el embarazo, pues el bebito “también bebe” dentro de la barriga, lo cual no puede ser bueno.
Pero al mismo tiempo, muchos otros especialistas señalan que una cantidad moderada de alcohol no traería perjuicios. ¿Qué hacer entonces? Simple: Sabemos que si una embarazada bebé mucho afectará sin duda a su bebé y si bebe poco no estamos seguros. Conclusión: es mejor abstenerse por completo del alcohol.
Los alimentos no cocidos son casi siempre también incluidos, tales como cebiche, embutidos ahumados (no cocidos), huevos crudos, hígado, debido a que hay males que normalmente no te preocuparían pero la cosa cambia cuando estamos embarazadas.
Igual con el café. La cafeína es una sustancia que acelera nuestro cerebro y si llega al torrente sanguíneo del pequeño puede afectarle. ¿A partir de qué cantidad? No estamos seguros, por lo que tú decide si lo más prudente es abstenernos por completo.
Hay que recordar que según la Administración de Alimentos, Drogas y Tecnología (FDA) de EE.UU, los pescados grandes, como el atún, el toyo, el pez espada, pueden almacenar mercurio en cantidades peligrosas para las embarazadas y nunca hay que comerlos crudos porque pueden estar contaminados.
Asimismo, la salmonella y el Scherichia Coli -presentes en alimentos crudos y sin lavar, como frutas y verduras- puede atravesar la placenta y pasar al feto elevando el riesgo de aborto espontáneo, muerte fetal o complicaciones a la hora del nacimiento. El E. coli puede trasmitirse al bebé en el momento del parto, lo que podría causarle meningitis y septicemia.
Asimismo, la listeriosis, responsable de casi el 50% de los partos prematuros, puede estar presente en algunos quesos y lácteos artesanales.
El hígado, tan popular entre las anémicas, puede también brindar un exceso de vitamina A, responsable de malformaciones en el embrión.
La carne cruda (embutidos) es otro producto totalmente contraindicado porque puede estar contaminado con toxoplasma, que puede provocar defectos de nacimiento y eleva el riesgo de aborto involuntario y muerte fetal. La toxoplasmosis no es fácil de diagnosticar.
Oster va más allá e incluye una lista con los alimentos comúnmente citados como alimentos prohibidos. Estos son:
- Huevos crudos
- Embutidos
- Marisco crudo
- Carne poco hecha
- Hígado
- Algunos tipos de pescado
- Leche sin pasteurizar
- Cafeína
- Alcohol
El consejo con respecto a estos alimentos -algunos están relacionadas a una enfermedad llamada listeria- es que te informes y tomes una decisión que te haga sentir cómoda y segura. Conversa con tu doctor, infórmate y no corras riesgos.