Aproximadamente entre los 6 y los 10 meses de edad sucede algo muy importante en la vida de nuestros bebés, empiezan a moverse por ellos mismos, ya no dependen de nosotros para intentar agarrar algo o ir de un lugar a otro. La mayoría empieza arrastrándose y un tiempo después logran gatear por ellos mismos. Esta autonomía que logran con el arrastre y el gateo tiene muchísimos beneficios para nuestros hijos.
Los bebes que gatean se ubican mejor en su espacio, se vuelven más sensibles a percepciones como el tamaño, la ubicación y aspectos de las cosas en general, juzgan distancias y perciben la profundidad de mejor manera. Aprenden a ser más observadores, ya que analizan su entorno para ver qué tan seguros están, a donde les provoca ir, etc. Por otro lado, también logran trabajar mucho la coordinación, ya que sin esta el gateo es imposible, lo que los ayudará muchísimo en actividades en el futuro.
Estos son algunos de los aspectos más cognitivos del gateo, por otro lado, se encuentran los sociales. Los bebés que gatean despiertan más su curiosidad por el mundo, saben que tienen más acceso a todo lo que los rodea, lo que los hace menos temerosos a la hora de aventurarse a otros lugares (sean estos de una habitación a la otra, de la sala a la cocina, etc). Descubren muchísimas cosas en el camino, se topan con obstáculos, aprenden, se ejercitan y sobre todo ¡están felices!
¿Qué hacer?
Hay que ponerlos en el piso, es la única respuesta, una vez que ya se saben sentar y controlan bien su cabecita para no irse hacia atrás ya no hay excusas, si es invierno los ponemos bien abrigados y con una alfombra y si es verano pueden estar en pañal. Hay que ponerles las cosas a cierta distancia, para que tengan las ganas de ir por ellas, si todo lo tienen alrededor y al alcance de la mano puede que les gane la flojera y nunca sientan la necesidad de avanzar. Podemos sostenerlos con una toalla o una sabanita alrededor de su pansa, como si estuvieran gateando, esto los hace hacer el movimiento del gateo con los brazos y las piernas casi automáticamente. También es bueno ponernos nosotros a gatear en el piso, es muy probable que ellos nos quieran imitar y les servimos de modelo. Poco a poco con dedicación, paciencia y amor todos los bebés deberían estar gateando y disfrutando de esta nueva etapa de su vida que es el descubrir.