¿Escuchaste alguna vez hablar de personas que sufren “fobia a la Navidad”? Este trastorno es real y se manifiesta como ansiedad, fastidio extremo ante el tráfico y las compras, agitación o tristeza ante la llegada de la Nochebuena. Para ellos esta puede ser la época más traumática del año.
Segùn un estudio realizado por el Instituto Nacional para la Excelencia de la Salud de Inglaterra, se trata de “miedo persistente o ansiedad desproporcionada” en relación a la Navidad.
Los síntomas físicos incluyen rubor, sudor excesivo y respiraciones cortas, pero los efectos más incapacitantes son que la persona empieza a pensar en todo lo que deberá hacer por Navidad con meses de anterioridad, anticipando desastres y malos ratos que vendrán.
Muchas de estas personas buscan defenderse de estos aspectos, por ejemplo, comprando todos sus regalos y dejando todo listo para la Navidad desde setiembre u octubre.
La mayoría debe lidiar también con la necesidad de que los demás no crean que odia la Navidad, por lo que participan en cosas como “el amigo secreto” aunque detesten hacerlo.
“Para el amigo secreto, me gasto en el obsequio tres veces la cantidad acordada, para asegurarme de que será bien recibido por la persona. Me enfermo con sólo pensar en la idea de que lo rechace públicamente y que todo el mundo sepa que fui yo quien compró ese regalo inferior”, cuenta uno de los paciente con este trastorno.
Según la doctora Gillian Butler, psicóloga clínica, este es “el único trastorno de ansiedad que afecta de la misma forma a hombres y mujeres”.
Incluso la gente que parece segura y extrovertida puede sufrir de este trastorno y estar rodeada de los seres queridos puede ser un detonante de ansiedad.
Qué hacer
Existen terapias cognitivo-conductuales (TCC) para tratar este trastorno. Estas terapias se basan en la premisa de que lo que se afrontan son los síntomas, en lugar de las causas subyacentes de la ansiedad, y si se puede cambiar los pensamientos negativos de una persona sobre su inadecuada percepción social. Con el tiempo, el comportamiento cambiará y la ansiedad se reducirá.
Existen otros tratamientos disponibles, como fármacos, pero un tratamiento efectivo debe lidiar tanto con las causas como con los síntomas de la ansiedad.
Un consejo simple es recordar que si bien la ansiedad social hacia la Navidad es con frecuencia aislante, no estás completamente solo y ya es un gran primer paso para tomar el control de tus preocupaciones y temores.