Hace dos semanas tuve a mi segundo bebé y me di cuenta que muchas de las cosas que viví hace dos años con mi primer hijo, las volvíamos a repetir, pero ya no me angustiaba como la primer avez.
Como padres primerizos tendemos a muchos temores, muchas de nosotras incluso poníamos la mano sobre la nariz de nuestro bebé para asegurarnos que respiraba. Estas circunstancias son normales, por eso les contamos algunos consejos para tener en cuenta:
• No te asustes por todo: cada vez que el bebé llora o emite algún ruido queremos salir corriendo al hospital, pero tranquilos es parte de la adaptación de nuestros hijos, ellos también están acomodándose a su entorno.
• Hay que estar pendientes de ellos: sí, es necesario estar atentos a lo que deseen, si tienen hambre, si hay que cambiarles el pañal, pero no convirtamos todo en una emergencia, la calma es fundamental.
• Deja que se calme solo: sobre este aspecto hay varias teorías, algunos especialistas como doctor Lee Salk, director del Centro Médico del Hospital Cornell, de Nueva York, dice que dejar llorar a los bebés es nocivo, mientras que la psicóloga Marsha Weinraub añade que “el mejor consejo es colocar a los bebés en su cama a una hora regular cada noche, dejarlos que se queden dormidos por sí solos y resistir la necesidad de responder de inmediato a sus llantos”. Finalmente cada padre elige el método que mejor funcione con sus peques.
• Paciencia a la hora de dormir: por las noches no es necesario encender todas las luces para darles de lactar, es mejor tener algo más tenue para que aprendan a dormirse y empiecen a tener noción del tiempo, algunos bebés lloran entre 5 y 10 minutos antes de quedarse dormidos, así que no se desesperen. Asimismo, según un estudio de la Universidad de Temple, Filadelfia, en Pensilvania, los niños se dividen en bebés durmientes, aquellos que al cumplir los 6 meses se despiertan solo una vez, y los bebés durmientes transitorios que se despiertan incluso hasta 7 veces.
• Escucha, pero no pierdas la cabeza: cuando vamos a ser padres la información nos llega en abundancia, internet, libros para bebés, nuestra suegra, nuestra mamá, nuestras amigas, pero hay que tener en cuenta que nosotros somos los padres y hay que determinar cómo queremos ser, poco a poco empezaremos a tener nuestras propias experiencias y aprendizajes.
Ser padres es una etapa maravillosa, pero eso no quiere decir que siempre disfrutaremos a mil, hay que estar conscientes que la llegada de un bebé cambia nuestra vida, que dormiremos menos, que estaremos siempre corriendo con todo, pero cada instante es valioso para estar a su lado.