Con la llegada del verano y el aumento de las temperaturas, la protección solar se convierte en una necesidad primordial para prevenir daños en la piel debido a la exposición a los rayos ultravioleta (UV). Sin embargo, la Dirección General de Medicamentos, Insumos y Drogas (Digemid) del Ministerio de Salud (Minsa) ha emitido recomendaciones esenciales para garantizar la efectividad de los protectores solares y evitar riesgos para la salud de los consumidores.
Una de las principales recomendaciones es comprar protectores solares únicamente en establecimientos formales. La razón de esta sugerencia es que, al adquirir productos en la vía pública o en lugares no autorizados, es posible que los bloqueadores hayan estado expuestos al sol o se encuentren en condiciones inadecuadas de almacenamiento. Las altas temperaturas y la exposición directa a la intemperie pueden alterar los componentes de los protectores solares, reduciendo su efectividad. Si el bloqueador solar no se conserva correctamente, su capacidad para proteger la piel frente a los rayos UV disminuye significativamente, lo que incrementa el riesgo de quemaduras solares y otros daños cutáneos.
Para evitar estos inconvenientes, es fundamental que los consumidores adquieran bloqueadores solares en establecimientos que cuenten con condiciones adecuadas de almacenamiento. Esto incluye lugares donde los productos sean almacenados en ambientes controlados, alejados de la luz solar directa y las variaciones extremas de temperatura. Además, la Digemid recomienda que los productos que se adquieran cuenten con la Notificación Sanitaria Obligatoria (NSO), un registro sanitario que asegura que el producto ha sido evaluado y aprobado para su comercialización en el país.
Al comprar un protector solar, también es importante verificar que el envase se encuentre en buenas condiciones, sin signos de haber sido manipulado o alterado. El producto debe tener su fecha de vencimiento vigente, ya que los protectores solares pierden eficacia con el paso del tiempo y su uso posterior a la fecha de expiración puede no proporcionar la protección necesaria.
La protección solar adecuada es vital para evitar los efectos nocivos de los rayos ultravioleta. En este sentido, la Digemid recomienda el uso de bloqueadores solares con un Factor de Protección Solar (FPS) mayor a 30. Esto garantiza una mayor eficacia en la protección contra los rayos UV. Además, se debe aplicar el bloqueador solar 30 minutos antes de la exposición al sol, para asegurar que la piel esté completamente protegida desde el momento en que se inicia la exposición.
Es importante tener en cuenta que si se va a estar en una playa o piscina, se deben utilizar protectores solares resistentes al agua. Estos bloqueadores proporcionan una protección más duradera incluso cuando la piel entra en contacto con el agua, lo que es fundamental durante actividades al aire libre, especialmente en ambientes acuáticos.
Sin embargo, a pesar de la eficacia de los protectores solares, es fundamental recordar que no se deben aplicar estos productos en bebés menores de seis meses. La piel de los bebés es más sensible y no está completamente preparada para la exposición al sol, lo que hace que el uso de bloqueadores solares en ellos no sea recomendable. En su lugar, es esencial mantener a los bebés protegidos de la exposición directa al sol mediante ropa adecuada, sombreros y otros medios de sombra.
En resumen, la compra de protectores solares debe realizarse en establecimientos formales que garanticen el cumplimiento de las condiciones adecuadas de almacenamiento y conservación. Verificar que el producto tenga la Notificación Sanitaria Obligatoria (NSO), que el envase esté en buen estado y que la fecha de vencimiento sea vigente son aspectos clave para asegurar que el protector solar ofrezca la protección adecuada. No solo se debe priorizar la elección de un bloqueador con un FPS adecuado, sino también la forma correcta de aplicarlo para obtener los máximos beneficios. Con estos cuidados, se podrá disfrutar del sol de manera más segura y proteger la salud de la piel frente a los riesgos del verano.