Saltar al contenido

¿Por qué la cistitis es más frecuente en verano y cómo podemos prevenirla?

enero 23, 2025

La cistitis, una infección del tracto urinario inferior que afecta principalmente a la vejiga, es un problema común, especialmente entre las mujeres. Aunque puede ocurrir en cualquier época del año, se ha observado que su incidencia aumenta considerablemente durante los meses de verano. Este fenómeno no es una casualidad; diversos factores relacionados con el clima cálido y los cambios en los hábitos de vida contribuyen a este incremento. En este artículo exploraremos las razones por las cuales la cistitis es más frecuente en verano y brindaremos recomendaciones prácticas para prevenirla.


¿Qué es la cistitis y cuáles son sus síntomas?

La cistitis es una inflamación de la vejiga, generalmente causada por una infección bacteriana. La bacteria Escherichia coli (E. coli), que normalmente vive en el intestino, es responsable de la mayoría de los casos. Sin embargo, también pueden estar involucrados otros microorganismos.

Los síntomas más comunes incluyen:

  • Sensación de ardor al orinar.
  • Necesidad frecuente y urgente de orinar, incluso cuando la vejiga está vacía.
  • Dolor en la parte baja del abdomen o la pelvis.
  • Orina turbia, con mal olor o, en casos graves, con trazas de sangre.
  • Sensación de malestar general.

Factores que aumentan la incidencia de cistitis en verano

Durante los meses de verano, varios factores contribuyen al aumento de casos de cistitis:

1. Deshidratación

Con el aumento de las temperaturas, el cuerpo pierde más agua a través del sudor. Si no se repone adecuadamente, la orina se concentra más, lo que crea un ambiente favorable para la proliferación de bacterias en el tracto urinario. Además, al reducirse la frecuencia de micción, las bacterias tienen más tiempo para multiplicarse en la vejiga.

2. Baños en piscinas, playas y spas

Pasar tiempo en piscinas públicas o playas puede aumentar el riesgo de infección urinaria. Las bacterias presentes en el agua, especialmente si no está clorada correctamente, pueden ingresar al tracto urinario. Además, permanecer mucho tiempo con ropa húmeda (como trajes de baño) genera un ambiente cálido y húmedo ideal para el crecimiento bacteriano.

3. Ropa ajustada y sintética

En verano, muchas personas usan ropa más ajustada o hecha de materiales sintéticos que no permiten una adecuada ventilación de las áreas íntimas. Esto favorece el calor y la humedad, condiciones ideales para la proliferación de bacterias.

4. Cambios en los hábitos higiénicos

Durante los viajes o actividades al aire libre, las personas pueden tener menos acceso a instalaciones higiénicas adecuadas, lo que puede dificultar el mantenimiento de una higiene íntima adecuada.

5. Mayor actividad sexual

El verano suele estar asociado con un aumento en la actividad social y sexual. Las relaciones sexuales son un factor de riesgo conocido para la cistitis, ya que facilitan la transferencia de bacterias desde el exterior hacia la uretra.


Consejos para prevenir la cistitis en verano

Prevenir la cistitis durante los meses de verano es posible adoptando una serie de medidas simples pero efectivas. A continuación, presentamos algunas recomendaciones:

1. Mantente bien hidratado

Beber suficiente agua es fundamental para diluir la orina y favorecer la eliminación de bacterias a través de la micción. Se recomienda consumir al menos 2 litros de agua al día, aunque esta cantidad puede variar según la actividad física y el clima.

2. Evita permanecer con ropa húmeda

Después de nadar, cambia inmediatamente el traje de baño húmedo por ropa seca. Esto ayuda a prevenir la proliferación de bacterias en el área genital.

3. Usa ropa interior de algodón

Opta por ropa interior de materiales transpirables, como el algodón, que permiten una mejor ventilación y reducen la humedad en las áreas íntimas. Evita el uso prolongado de ropa ajustada.

4. Mantén una buena higiene íntima

Lávate con agua y jabones suaves sin fragancia para evitar irritaciones. Siempre limpia de adelante hacia atrás para evitar que las bacterias del área anal se transfieran a la uretra.

5. Vacía la vejiga después de las relaciones sexuales

Orinar después de la actividad sexual ayuda a eliminar bacterias que puedan haber ingresado a la uretra durante el contacto.

6. Limita el uso de productos irritantes

Evita productos como duchas vaginales, desodorantes íntimos y jabones fuertes, ya que pueden alterar el equilibrio natural de las bacterias saludables en el área genital.

7. Aumenta el consumo de alimentos ricos en antioxidantes

Los alimentos como los arándanos, las fresas y los cítricos contienen compuestos que pueden prevenir la adherencia de bacterias a las paredes de la vejiga. Incorporarlos a tu dieta puede ser una medida preventiva natural.

8. Consulta a tu médico sobre probóticos

Los probóticos, especialmente los que contienen cepas como Lactobacillus, pueden ayudar a mantener un microbioma vaginal saludable y prevenir infecciones urinarias recurrentes.


Tratamiento de la cistitis

Si a pesar de las medidas preventivas experimentas síntomas de cistitis, es importante buscar atención médica. El tratamiento generalmente incluye:

  • Antibióticos: Recetados por un médico para eliminar la infección bacteriana.
  • Analgésicos: Para aliviar el dolor y el malestar.
  • Hidratarse adecuadamente: Beber agua para ayudar a eliminar las bacterias.

Es fundamental seguir el tratamiento completo, incluso si los síntomas desaparecen, para evitar recaídas o el desarrollo de resistencia bacteriana.


Cuidados especiales para personas propensas a la cistitis

Algunas personas tienen una mayor predisposición a desarrollar cistitis, ya sea por factores genéticos, antecedentes de infecciones urinarias recurrentes o condiciones médicas subyacentes. Para estos casos, se pueden tomar medidas adicionales, como:

  • Realizar controles médicos regulares para detectar posibles factores subyacentes.
  • Considerar el uso de suplementos de arándano rojo o d-manosa, que han demostrado ser útiles en la prevención de infecciones urinarias.
  • Seguir un plan de hidratación estricto durante todo el año, especialmente en verano.

La cistitis es una afección molesta que puede afectar la calidad de vida, pero comprender por qué su frecuencia aumenta en verano y tomar medidas preventivas puede marcar una gran diferencia. Mantenerse hidratado, cuidar la higiene íntima y realizar elecciones adecuadas en cuanto a ropa y hábitos diarios son pasos esenciales para reducir el riesgo de esta infección.

Si bien la prevención es clave, es importante estar atento a los síntomas y buscar atención médica cuando sea necesario. Con las medidas correctas, es posible disfrutar de un verano saludable y libre de molestias urinarias.