En los últimos tiempos, lo que llamamos el período de la pre-adolescencia se ha adelantado. Antes hablábamos de una etapa entre los 11 y 13 años, pero no es inusual observar ahora a chicos desde los 9 que ya presentan algunas características de adolescente.
¿Cuáles son estas características?
- Aspecto Fisiológico: Visiblemente van cambiando y creciendo, su cuerpo va madurando y esto no siempre está acompañado de una aceptación comprendida. Es importante brindarles información y mantenerse cerca por si tienen algunas dudas o preguntas, pues así como las formas corporales cambian también las necesidades y los deseos respecto a esto.
- Aspecto Cognitivo: Intelectualmente también se van transformando, van entrando al nivel del pensamiento abstracto, donde la capacidad de análisis y reflexión se va consolidando; esto ayuda a manejar la impulsividad y la subjetividad con que se relacionan con algunas situaciones que les toca vivir. Es importante poder aportar para que este desarrollo se vaya dando en forma saludable.
- Aspectos Emocionales y Afectivos: Tal vez es el punto que más llama la atención porque pareciera que es toda una tormenta de transformación, de ida, de vuelta y de movimiento. Pueden darse cambios de humor sin fundamento, intensidad en las reacciones, conductas oposicionistas, poca expresión de su mundo interior y aunque todo esto, pareciera difícil de manejar y sin duda, lo es; es parte del proceso.
- Aspecto Social: El grupo de amigos es lo primero y principal. Buscan sentirse aceptados y en ocasiones pueden ceder ante algunas normas del grupo y dar más peso a la opinión de sus pares antes que de sus padres. Es válido y totalmente natural, esto no quiere decir que no deban respetar algunas reglas sobre el tema.
Algunas recomendaciones:
-En esta etapa es donde se comienza a cosechar la semilla de la comunicación que sembramos cuando niños. Es decir, si la relación de confianza entre padres e hijos se dio desde pequeños, el canal de comunicación continuará abierto y ésta es la principal herramienta para los padres.
-Es muy delicado encontrar el balance entre acompañarlos y orientarlos pero sin invadir su espacio emocional.
-Es importante conocer a los amigos de nuestros hijos, invitarlos a casa y tener algún contacto de comunicación con ellos.
Es una etapa de desafío y de crecimiento, tanto para los chicos pre-adolescentes como para sus padres.