Muchas veces las mamás nos angustiamos porque no sabemos cómo quitarle el chupón a nuestros hijos, pero generalmente suele ser más fácil de lo que pensamos. Lo ideal es intentar quitárselo alrededor de los 2 años, ya que más adelante puede que se generen malformaciones en el paladar y en los dientes.
No hay una norma sobre el proceso de quitar el chupón, todos los niños son diferentes y en cada uno pueden funcionar diferentes estrategias. Puede ser gradual o de golpe, puede ser a través de un intercambio, negociaciones, premios, etc. En primer lugar es bueno que siempre lo hablen con los niños y les expliquen qué es lo que va a pasar, mientras más informados estén ellos van a poder comprender mejor que ya son grandes y que ya es hora de dejar el chupón.
Si se lo quitamos de manera gradual, tratemos de que sólo lo use a la hora de dormir, una vez que ya se durmió se lo quitamos intentando que no se dé cuenta. Si durante el día lo quiere tratemos de entretenerlo con alguna otra cosa, muchas veces cuando los niños se aburren o no saben que hacer es cuando quieren que les demos el chupón.
Teniendo en cuenta que el chupón los ayuda a relajarse, tratemos de buscar otras cosas que puedan reemplazarlo y tener el mismo efecto, por ejemplo, a la hora de dormir, es importante que el ambiente sea muy tranquilo y calmado y que el niño tenga algo especial que lo ayude a relajarse (puede ser un peluche, un cuento, una mantita).
En muchos casos funciona intercambiar el chupón por alguna otra cosa, por ejemplo, el día de su cumpleaños se le puede decir que todos los regalos que le van a traer serán intercambiados por el chupón, también les podemos ofrecer algún premio o asignarles una responsabilidad divertida de niño grande por haberlo logrado.
Es importante que no les generemos ansiedad a nuestros hijos durante este proceso, así la tarea se volverá bastante más difícil, intentemos también no hacerlos sentir culpables ni castigarlos por este motivo.