Durante la gestación sentimos más calambres, especialmente en las pantorrillas, posiblemente por el cansancio en los músculos de las piernas por llevar el peso adicional del embarazo, también puede deberse a los cambios de circulación, por la presión que ejerce el bebé sobre los vasos sanguíneos que llevan de regreso la sangre desde las piernas al corazón, y sobre los nervios que comunican el tronco con las piernas.
Otra de las teorías es que, por la caída de los niveles de algunas sales minerales en el embarazo, se podrían producir los calambres.
Sea cual fuera el motivo, estas contracciones involuntarias de uno o varios músculos nos despiertan por las noches y, conforme avanza el embarazo, se vuelven más frecuentes, especialmente durante el tercer trimestre, sin que ese dolor dañe los músculos de la pantorrilla. Publicidad
¿Cómo aliviar los calambres?
En caso empieces a sentir dolor, te damos las siguientes recomendaciones:
- Estira los músculos de la pantorrilla. Endereza la pierna (talón primero) y flexiona suavemente el tobillo y los dedos de los pies hacia la espinilla. Puede doler al principio pero el dolor desaparecerá gradualmente.
- Masajea el músculo afectado.
- Camina por unos minutos, de preferencia sobre los talones.
Es posible que tras aliviar el calambre, tus músculos estén más sensibles, por lo que deben acudir a tu médico para que sepas qué otras recomendaciones tomar.
¿Se pueden prevenir estos calambres?
¡Claro! Ten en cuenta lo siguiente:
- Estira los músculos de las pantorrillas. Párate más o menos a un metro de distancia de una pared e inclina tu cuerpo hacia adelante, estirando los brazos para tocar la pared. Mantén las plantas de los pies en el piso. Sostén esta posición por cinco segundos. Repite este ejercicio durante cinco minutos, tres veces al día y antes de irte a dormir.
- Ejercita los pies. Flexiona y estira vigorosamente los pies hacia arriba y hacia abajo, 30 veces. Después rota los tobillos haciendo movimientos circulares, ocho veces hacia un lado y ocho veces hacia el otro.
- Coloca una almohada bajo las mantas al pie de la cama, tocando tus pies, para que el edredón y las sábanas queden sueltos sobre tus pies.
- Date un baño caliente antes de acostarte para relajar los músculos.
- Mantente hidratada durante el día tomando líquidos en abundancia.
¿Qué hago si el dolor persiste?
En raras ocasiones el dolor puede ser un indicio de que hay un coágulo de sangre en una de las venas de la pierna (tromboembolismo venoso). Se trata de un problema serio que requiere atención médica inmediata.