Las emociones nos conectan con este mundo, ya que es a través de ellas que trasmitimos el sentir de nuestra alma y vamos desarrollando nuestra inteligencia creativa. En el caso de los bebés, desde que nacen tienen dos grandes retos que asumir: El primero es descubrir el mundo y sentirse a gusto en él, mientras que el segundo es descubrirse a sí mismo para aprender a quererse, para lo cual necesita desarrollar sus emociones.
Si bien en sus primeras horas de vida no es consciente de estos retos, hasta mucho tiempo después, es importante que los padres le demos el ambiente idóneo para que pueda desarrollar sus emociones, ya que hasta el bebé más malhumorado está genéticamente programado para que tenga un carácter alegre y positivo, por lo que se necesita que sepamos canalizar sus emociones para que alcance su potencial.
Para empezar, se debe otorgar un entorno amigable, donde el bebé se sienta seguro y en confianza, ya que de lo contrario crecerá lleno de temores e inseguro. Para ello, es preciso que se encuentre en un espacio tranquilo con horarios establecidos y rutinas fijas; de la mano, debes aprender a conocer sus emociones, observa y escucha a tu bebé. El amor y el humor son básicos en esta etapa, además de aceptar al pequeño tal cual.
8 emociones básicas y cómo identificarlas
Estas emociones se dividen en dos grupos. Las primarias están presentes desde el nacimiento y las secundarias se manifiestan en los primeros meses de vida hasta que todas se transforman en sentimientos.
- Las 4 primarias: Son respuestas automáticas innatas.
- Cólera. Aflora cuando el bebé se siente frustrado e irritado, por lo que suele llorar y mostrarse molesto.
- Alegría. Cuando el bebé se siente relajado y estimulado, suele sonreír y responder de buen ánimo a tus juegos y cariño.
- Tristeza. Si se siente solo y necesita cariño, su llanto expresa dolor para que le puedas dar tu amor y así sentirse aliviado.
- Miedo. Si da un respingo y rompe a llorar, su sensación de miedo es claro.
- Las 4 secundarias: Están presentes desde que nacen, pero se desarrolla a partir de los 2 meses.
- Sorpresa. Su rostro se queda atónito ante una causa imprevista o extraña, por lo que empieza a procesar la información recibida y de acuerdo a lo que sienta empresa risa o llanto.
- Vergüenza. Si bien no es muy común verla en los bebés, igual pueden llegar a sentirla con el paso del tiempo.
- Amor. Esta emoción se combina con la alegría y lo expresa con abrazos, besos, sonrisas y correspondiendo a cada estímulo tuyo.
- Aversión. Como emoción es denominado también asco, el cual se da ante objetos o situaciones desagradables para el bebé, por lo que muestra su completo rechazo.
Si bien el cerebro del bebé aún es inmaduro, cada estímulo que recibe a través de sus sentidos y sensaciones hormonales que experimenta (placer y dolor) dan paso a los estados afectivos. En principio las emociones son su respuesta innata y automática que les sirve para adaptarse al entorno, de allí van desarrollándose los sentimientos al tomar conciencia de esas emociones y al usarlas posteriormente de forma racional.
Cuando hayas identificado las emociones primarias y secundarias en tu bebé, también habrás reconocido los estímulos que le producen estas reacciones a través de sus sentidos, los cuales trabajan como receptores para cada sensación, emoción, experiencia o aprendizaje que llegue a su pequeño cerebro.
¿Cómo surgen los sentimientos?
Los sentimientos son emociones superiores por su amplia gama y refinamiento. Estos se van formando en nuestros bebés cuando sus experiencias se van volviendo repetitivas y constantes, de modo que vaya enlazando sus emociones y pensamientos en recuerdos que se van grabando en su pequeña memoria para racionalizarlas y así volverse sentimientos.
En ese sentido, sus sentimientos se irán desarrollando en base a lo que tú y el papá demuestran, ya que en los bebés funciona las “neuronas espejo”, encargadas de volcar en sí mismos los estados de ánimo y el actuar de quien se imita. Asimismo, es importante que se dé nombre a las emociones de tu pequeño, pues él reconoce tus palabras y gestos, los cuales son fundamentales para procesar y saber identificar lo que siente él de sí mismo.
Necesidades emocionales
Así como a veces necesitas un abrazo o una plática larga cuando te sientes acongojada, tu bebé también necesita que estés atenta a sus necesidades emocionales, que son las siguientes:
- Sentir seguridad: Se sienten así cuando se dan cuenta de que sus padres estarán siempre para cuidarlo y ayudarlo en sus necesidades. Con el tiempo, este sentimiento se afianza más cuando el niño sabe que sus padres lo apoyan.
- Ser auténtico: Cada pequeño tiene su manera de hacer las cosas, por más que le enseñemos la que creemos idónea, pero sucede así porque es el modo que tienen de expresar su creatividad, gustos e intereses.
- Sentirse respetado: Que no es lo mismo que dejarlo hacer lo que quiera, sino escucharlo y saber sus razones de hacer las cosas para así conocer su personalidad.
- Jugar y estar alegra: De bebés y cuando pasan a la infancia, necesitan jugar y reír seguido, pues le proporciona los episodios emocionales positivos que necesita su desarrollo.
- Tener atención y cariño: Nuestra cariño y empatía son lo que más a necesitar durante toda su formación, de modo que se sienta amado y también escuchado.