Todas sabemos que la mejor opción para nuestros hijos es la lactancia, tomar leche materna directamente del pecho de la mamá. Esto por varios motivos: la leche materna es el mejor y más sano alimento para el bebé, posee todas las vitaminas que necesitan, actúa como una vacuna natural, previniendo muchas enfermedades e infecciones y se digiere rápidamente, no suele provocar tanto reflujo como la fórmula. Por otro lado, es una forma muy importante para forjar el vínculo madre – hijo, los bebés cuando lactan sienten el calor, olor y latido de sus madres, es algo que les da mucha seguridad y amor al mismo tiempo que satisface sus necesidades. Así que ya saben, debemos tratar de darles de lactar, si lo logramos será una experiencia muy gratificante.
Por otro lado, hay muchos casos en los que la lactancia no resulta nada fácil, si sentimos mucho dolor o no producimos tanta leche deberíamos consultar con un especialista en lactancia para poder solucionar rápidamente estos problemas, si esperamos mucho tiempo lo más probable es que dejemos de producir leche por completo ya que la misma se produce como resultado de la succión de los propios bebés.
Tampoco se trata de que la lactancia sea una tortura, si nosotras a pesar de haber tratado no nos sentimos cómodas o sentimos demasiado dolor vamos a estar sufriendo y algo que debería ser lindo pasa a ser todo lo contrario, el bebé también lo sentirá y los beneficios ya no serán los mismos. No hay que sentirnos culpables; si hemos hecho todo lo que pudimos, tenemos que estar tranquilas, no es el fin del mundo y nadie tiene derecho a decirnos que no hemos hecho un buen trabajo porque no pudimos ir por este camino. Si todavía tenemos leche y no nos sentimos cómodas, podemos usar un “sacaleches”, es una muy buena opción ya que nuestro hijo seguirá nutriéndose de la leche materna y podemos dársela en biberón mientras que lo cargamos muy cerquita de nosotras para que la experiencia no sea tan diferente.
Hoy en día hay extractores de leche electrónicos que son muy buenos, podemos extraer bastante e irla guardando en la refrigeradora. Acerca del almacenamiento de la leche. hay unas bolsitas que venden para guardar la leche refrigerada o congelada, es importante que cada bolsita tenga la fecha de la extracción para saber cuánto tiempo la podemos almacenar y cuando debemos descongelarla para que la tomen. Cuando vamos a regresar a trabajar podemos ir sacándonos leche para irla guardando y de esta forma el cambio no será muy brusco. La leche se debe descongelar gradualmente, si está congelada debemos bajarla a la refri un día antes y luego calentarla en BAÑO MARÍA, no debe calentarse en microondas y tampoco debe hervir ya que pierde sus cualidades. La leche a temperatura ambiente dura aproximadamente 12 horas, refrigerada un par de días y congelada puede durar hasta 3 meses.