¿Has escuchado estas frases: “¡On’ ta’ el bebé!”, “palmas, palmas”, “el caballito”? Son simples juegos que con el tiempo se han ido perdiendo por el empleo de juguetes más sofisticados y lleno de luces y música para estimular los sentidos del bebe, pero sabías que el bebé no sabe con exactitud la función del juguete, porque es él quien le da la funcionalidad que se imagine.
Lo mismo pasa con los juegos tradicionales, donde el niño, en vez de encontrarle una función a un juguete, es él el protagonista de esto juegos íntimos con la persona que lo esté cuidando, ya sea la mamá o el papá. Y, aunque suene poco convincente, estos juegos les siguen enseñando, ya que dependiendo de la postura del cuidador y del bebé, así como las gestualidades que se hagan, permiten al niño a interactuar con todo su cuerpo, sus sentidos y sus emociones, las cuales está recién identificando.
En el caso de “¡On’ ta’ el bebé!”, lo que le estás enseñando, de manera tranquila y divertida, es que habrán cosas o personas que por momentos desaparecen, pero vuelven a aparecer frente a él, de modo que aprenda a manejar el desapego y las separaciones.
Con “palmas, palmas”, así como otros que implique el uso de las manos y dedos, son ideales para que el bebé empiece a tener conciencia de su cuerpo, tu tamaño y cómo es que puede moverlo para poder divertirse.
En el caso del “caballito” se debe de tener en cuenta que el bebé ya sea un poco más grande, ya que en los primeros meses el pequeño no puede sentarse solo. Si se prefiere se pueden usar canciones, rimas o mímicas que estimulen la visión y la audición del bebé para que al momento que se apoye al bebé en las piernas, pueda imitar gestualidades del cuidados o mover sus manos al ritmo de una canción, siempre sosteniendo al pequeño por la cintura.
¿Qué otro juego de este tipo conoces? ¿Lo practicas con tu bebé? Recuerda que estos momentos divertidos le ayudarán muchísimo al desarrollo motriz, físico y emocional de tu bebé.