La fiebre es uno de los síntomas más frecuentes que presentan nuestros hijos y uno de los que más nos asusta a las mamás, de repente les sube la temperatura y queremos salir corriendo al hospital.
Sin embargo, la mayoría de las veces podemos tratar la fiebre en casa, para ello requerimos un medicamento de cabecera, confiable y que haya sido aceptado por la Organización Mundial de la Salud (OMS). El Paracetamol es la primera opción que recomienda la OMS para el tratamiento de la fiebre en niños. Por qué? Aquí compartimos sus beneficios:
– El paracetamol, administrado en dosis indicadas, no afecta al sistema cardiovascular ni respiratorio.
– El uso de este medicamento no irrita la mucosa gástrica, ya que es muy suave con el estómago de los niños.
– El paracetamol, además de ser un antipirético que ayuda a combatir la fiebre, también es un analgésico que ayuda a aliviar el dolor que se presenta cuando los chicos tienen fiebre. Este medicamento actúa en el cerebro, a nivel central, permitiendo el alivio del dolor.
– A diferencia de otros fármacos, está comprobado que el uso de paracetamol está asociado a menores efectos colaterales y reacciones adversas en nuestros hijos cuando se toma siguiendo las indicaciones del profesional de la salud y etiqueta del producto.
– Podemos encontrar varias presentaciones de acuerdo al peso y edad de los niños, desde jarabes hasta tabletas, esto permite una mejor administración de la dosis que le corresponde a cada uno.
El Paracetamol es uno de los medicamentos de venta libre que los pediatras recomiendan con mayor frecuencia para tratar la fiebre de nuestros hijos en casa. A diferencia de otros medicamentos como los antinflamatorios no esteroideos (AINE), dentro de los cuales se encuentra el ibuprofeno, el paracetamol ha sido confiado para combatir la fiebre desde hace 50 años.
Como vemos, es recomendable tenerlo a nuestro alcance, no solo porque combate la fiebre y el dolor, sino porque está asociado a menores efectos colaterales y reacciones adversas en nuestros hijos cuando se siguen las indicaciones del médico y de la etiqueta del producto.