Cada bebé tiene un patrón distinto de defecación, por lo que los pequeños que sufren cuadros de estreñimiento puede que tengan periodos más prolongados sin que defequen. En tal caso, lo mejor es tratar de averiguar la causa del estreñimiento y consultar con el pediatra cuál es la mejor alternativa para contrarrestar este estado y evitar que nuestro bebé se cargue de heces.
Si vemos que las heces de nuestro bebé son duras y secas, además de tener dificultad para hacer sus deposiciones, por lo que reduce la frecuencia de la defecación, es evidente que está atravesando un cuadro de estreñimiento.
Lo mejor en estos casos es:
- Hacer que realice ejercicio. Si el bebé gatea, estimúlalo para que se desplace de un lado a otro. Si en caso no gatea, ayúdalo a hacer movimientos circulares con sus piernas, como si estuvieras pedaleando una bicicleta.
- Hazle masajes en su barriguita. Debajo del ombligo, a 3 dedos de distancia, ejerce presión suave con las yemas de tus dedos; presiona hasta sentir una firmeza o una masa y repite la acción por 3 minutos.
- Báñalo con agua templado. Esto lo relajará y favorecerá el tránsito intestinal.
- Cambia la marca de leche. La fórmula muchas veces puede provocar estreñimiento, dependiendo de sus componentes, por lo que te recomendamos que lo consultes con tu pediatra sobre ello.
- Cambia el cereal. SI tu bebé ya está consumiendo sólidos, lo mejor es evitar los cereales como el arroz o avena, por el puré de frutas.
- Añade salvado. Si bien favorece el tránsito intestinal, es mejor consultar si tu pequeño puede consumir este producto.
- Evita dar alimentos que le produzcan estreñimiento. EL arroz, los plátanos y las zanahorias cocidas pueden ser de pesada digestión para tu bebé, mejor cámbialos por purés de ciruela o albaricoque, que son más sencillos de procesar.
- El agua es importante. No solo porque le permitirá estar hidratado, sino también porque le permitirá digerir mejor sus alimentos, más si están empezando con una dieta más sólida. Por ejemplo, si tu bebé tiene más de 2 meses, le puedes dar 30 ml de zumo de ciruelas diluidos en 30 ml de agua, dos veces al día y le reduces la dosis conforme vaya mejorando. Siempre consultando con tu pediatra.
- Puedes aplicar loción de aloe vera. El esfuerzo que hacen los pequeños por defecar les puede producir irritaciones y lesiones leves alrededor de su ano. Aplícale loción de aloe vera para ayudarlo a sanar, sin olvidar mencionárselo al pediatra.