Hoy en día se habla mucho sobre el gluten y sus posibles consecuencias a la salud. La dieta sin gluten no es necesariamente más sana o más ligera que una alimentación equilibrada con gluten, es una dieta prescrita para personas diagnosticadas con enfermedad celiaca. Pero para saber si debes o no evitarlo el primer paso es informarse.
¿Qué es el gluten?
El gluten es un conjunto de proteínas de pequeño tamaño que se encuentra en la mayoría de los cereales que consumimos, como trigo, avena, cebada y centeno, comúnmente llamados TACC.
¿Es necesario dejar el gluten?
El gluten no es malo, ni tampoco es imprescindible. Considerar que no tomarlo es un beneficio para la dieta, es un mito, como indica el Dr Robert Shmerling de la Universidad de Harvard, pues no existe evidencia científica ni biológica que lo demuestre.
Un estudio publicado por el doctor Geng Zong, del área de nutrición de la Universidad de Harvard, revela que la posibilidad de sufrir diabetes de tipo 2 se incrementa en un 13% entre aquellas personas que deciden llevar una dieta “gluten-free” sin ser intolerantes a esta proteína.
El gluten aporta proteínas y los cereales que lo contienen también proporcionan fibra, entre otros nutrientes, y hay estudios que muestran que su ingesta está asociada a una menor hipertensión arterial, menos riesgo de diabetes y, a largo plazo, menos probabilidad de cáncer de colon.
Por ello, es importante saber si somos o no intolerantes al gluten antes de decidir si renunciamos a ella por completo, pues podríamos estar sacrificando una fuente importante de proteína.
¿Cómo saber si soy intolerante al gluten?
Existen tres tipos de intolerancia al gluten, para saber si se tiene algún tipo de intolerancia es fundamental acudir a un doctor, evitando el autodiagnóstico para así poder recibir el tratamiento adecuado.
Comer o no comer gluten no es el problema, sino el alimentarnos mal. Lo recomendable es llevar una dieta equilibrada, acorde con nuestra edad, género y actividad física.
Además, es recomendable leer siempre las etiquetas de los productos que compramos, especialmente si padecemos alguna de las enfermedades relacionadas con el consumo de gluten.
Se puede llevar una dieta saludable comiendo gluten, combinando además este alimento con otras proteínas, verduras y frutas.
Pasa de las modas e infórmate antes de cambiar tu dieta, y recuerda siempre mirar las etiquetas de todo lo que consumas para hacer elecciones conscientes, coherentes y seguras.