1. Leche fresca semidescremada: La leche fresca semidescremada es leche de vaca que ha sido parcialmente descremada para reducir su contenido de grasa. Contiene una cantidad moderada de grasa, lo que la hace más ligera que la leche entera pero más cremosa que la leche descremada. Es una buena fuente de proteínas, calcio, vitamina D y otros nutrientes esenciales.
2. Cultivo láctico Streptococcus thermophilus: Este tipo de bacteria se utiliza en la fermentación de productos lácteos como el yogur y el queso. Streptococcus thermophilus ayuda a acidificar la leche y a producir ácido láctico, lo que contribuye al sabor y la textura de los productos fermentados. También se ha asociado con beneficios para la salud intestinal y la digestión.
3. Cultivo láctico Lactobacillus delbrueckii subsp. bulgaricus: Esta bacteria se utiliza comúnmente en la producción de yogur y otros productos lácteos fermentados. Lactobacillus bulgaricus ayuda a descomponer la lactosa en la leche, lo que puede hacer que sea más fácil de digerir para las personas con intolerancia a la lactosa. También se ha relacionado con beneficios para la salud intestinal y la inmunidad.
4. Cultivo láctico Lactobacillus acidophilus: Lactobacillus acidophilus es una bacteria probiótica que se encuentra de forma natural en el tracto gastrointestinal. Se ha demostrado que Lactobacillus acidophilus promueve la salud digestiva, equilibra la microbiota intestinal y fortalece el sistema inmunológico. Se utiliza comúnmente en la producción de productos lácteos fermentados, como el yogur.
5. Cultivo láctico Bifidobacterium lactis: Bifidobacterium lactis es otra cepa de bacteria probiótica que se encuentra en el tracto gastrointestinal y en productos lácteos fermentados. Se ha demostrado que Bifidobacterium lactis ayuda a mejorar la salud intestinal, fortalecer el sistema inmunológico y reducir la inflamación. Es comúnmente utilizado en la producción de yogures y otros alimentos fermentados.
