Gestionar la administración de la salud requiere un enfoque preciso y meticuloso. Cada decisión tomada en un establecimiento de salud, ya sea público o privado, tiene un impacto directo en la calidad de atención que reciben los pacientes. En este contexto, la auditoría médica emerge como una práctica esencial para optimizar los procesos del sistema de salud, fortaleciendo y evaluando el acto médico y modernizando los servicios brindados.
Según Emilio Aldana, docente de la Diplomatura de Auditoría Médica de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental, “la auditoría busca encontrar ‘conformidades’ y ‘no conformidades’, alimentando de información a los tomadores de decisiones para corregir defectos en sus procesos”. Esta herramienta de gestión es invaluable para incrementar la eficiencia operativa y asegurar productos de calidad.
A continuación, exploramos tres características clave de la auditoría médica que la convierten en un proceso fundamental para la prestación de servicios de salud.
1. Impacto Directo en la Salud de los Pacientes
A diferencia de la auditoría en una empresa, que se centra en aumentar las ganancias o identificar riesgos legales y contables, la auditoría médica se enfoca en mejorar la agilidad y calidad de la atención brindada a los pacientes. Ya sea en consulta externa, emergencia, hospitalización o diagnóstico, la auditoría médica proporciona información valiosa a los tomadores de decisiones sobre los procesos sistémicos. Esta información permite optimizar y rediseñar los servicios de salud, garantizando una atención de calidad y, en última instancia, mejorando los resultados en la salud de los pacientes.
2. Objetividad en el Proceso
El entorno de atención médica está lleno de desafíos y contratiempos que los profesionales de la salud enfrentan a diario. Esta rutina a menudo deja poco espacio para la reflexión sobre nuevas formas de mejorar el desempeño. Aquí es donde la presencia de un auditor externo se vuelve crucial. Como señala el profesor Aldana, “la auditoría médica es un proceso sistemático, independiente y documentado que obtiene evidencias objetivas”. Estos datos son demostrables y, en muchos casos, irrefutables, revelando oportunidades no solo para ahorrar recursos, sino también para fomentar la innovación en la atención médica.
3. Evaluación de Diferentes Tipos de Procesos
La auditoría médica no solo evalúa los procesos fundamentales relacionados con la atención al paciente, sino que también examina los aspectos operativos que facilitan el funcionamiento diario de los establecimientos de salud. El profesor Aldana, quien ha ocupado roles clave en la gestión de la salud, destaca tres tipos de procesos evaluados:
- Procesos estratégicos o del sistema: Estos se enfocan en definir y controlar las metas de la organización, así como sus políticas y estrategias.
- Procesos operativos: Estos procesos son los que generan los productos o servicios que se entregan a los pacientes, añadiendo valor a la atención.
- Procesos de soporte o apoyo: Son las actividades necesarias para el correcto funcionamiento de los procesos operativos.
Los tres tipos de procesos están determinados por las expectativas del paciente, quien espera y merece una atención de calidad, y están orientados a alcanzar la satisfacción al recibirla.
La auditoría médica se establece como una herramienta fundamental en la gestión de la salud, impactando directamente en la calidad de la atención que reciben los pacientes. Al proporcionar un enfoque objetivo y evaluar diversos procesos, la auditoría no solo mejora la eficiencia operativa, sino que también contribuye a una atención médica más efectiva y de mayor calidad. Mantenerse actualizado en las mejores prácticas de auditoría médica es crucial para todos los profesionales de la salud. Para quienes deseen profundizar en este campo, la Diplomatura de Auditoría Médica de la Escuela de Posgrado de la Universidad Continental ofrece una formación integral para enfrentar los desafíos de la gestión de la salud de manera efectiva.