Más que un juego, las cosquillas son una buena manera de compensar los malos momentos, el mal humor y la tristeza en los bebés, niños y adultos. La sensación que provoca el cosquilleo es muy agradable y genera automáticamente las risas.
Los especialistas en neurología confirman que el cerebro de un recién nacido ya se encuentra preparado para detectar estímulos táctiles como las cosquillas, conforme van creciendo las zonas de mayor sensibilidad van variando. En algunos casos, las zonas de los pies, axilas y estómago se vuelven más sensibles.
Hoy en día, las “sesiones de risoterapia” son muy recomendadas para contrarrestar el estrés y activar el cuerpo, y entre las mejores opciones está la cosquilla. Una actividad sana que conecta a las personas y brinda múltiples beneficios para bebés y niños:
¡Pasa un buen momento en familia jugando a las cosquillas!
- Las cosquillas en los bebés estimulan las terminaciones nerviosas y los sentidos.
- Las risas generadas por las cosquillas librean tensiones y reducen la ansiedad en los menores.
- Una sesión de cosquillas es suficiente para liberar el estrés tanto para niños y adultos.
- El organismo libera endorfinas, más conocidas como “hormonas de la felicidad”, para producir una sensación de bienestar.
- El movimiento que provoca las cosquillas ayuda a ejercitar los músculos, el aparato respiratorio y fortalece el corazón.
- Las cosquillas y las risas crean una conexión entre padres e hijos, los vuelve más cercanos y confiables.
- La risa refuerza el sistema inmunológico, ya que disminuye las hormonas del estrés mejorando la circulación y respiración de oxígeno.
- El juego y las risas compartidas refuerza el ambiente familiar, el niño formará recuerdos y momentos inolvidables con sus seres queridos.