La siesta para los niños tiene muchísimos beneficios
A ciertas edades es recomendable y a otras es necesaria. Cuando los bebés / niños hacen siesta se encuentran más tranquilos, relajados, pueden procesar toda la información que han ido absorbiendo en el día, lo que favorece un aprendizaje más eficaz. También están más tolerantes, pueden controlar mejor sus impulsos y tienen mejor ánimo para las actividades de la tarde. Bajo el punto de vista orgánico sus neuronas van haciendo muchas conexiones cuando duermen y también favorece la digestión.
Cuando son bebés los niños duermen casi la mayor parte del día, en los primeros meses pueden dormir un aproximado de 16 a 18 horas diarias, luego a partir de los seis meses esta cantidad va disminuyendo poco a poco. Cuando son más grandecitos, desde el año hasta los tres o cuatro años los niños deben dormir entre 12 y 14 horas al día. Ya cuando cumplen 4 ó 5 por lo general la cantidad cambia y para algunos es suficiente con 10 horas diarias. La distribución que se haga de estas horas depende de cada niño y de cada familia, lo más importante es que los niños duerman el total de horas y no tanto la manera de repartirlas.
Generalmente lo que se recomienda es que la siesta dure al menos hasta los 3 ó 4 años, muchos niños duermen muy bien en la noche habiendo hecho siesta durante el día, lo que dicen los expertos es que muchas veces hasta duermen mejor si hacen al menos una hora de siesta. Esto es cierto, muchos niños llegan más relajados en la noche a la hora de dormir si han descansado algo durante el día, sin embargo, muchas de nosotras podemos decir que no es nuestro caso.
Para las mamás que saben que sus hijos son como los conejitos DURACEL, que si pestañean al menos cinco minutos en la tarde es suficiente para recargar baterías hasta las 12 de la noche, para aquellos niños que tienen demasiada energía esto de que “los niños que hacen siesta duermen mejor en la noche” son puros cuentos. Para ellas el hacer siesta significa que el niño va a estar saltando en la cama hasta muy tarde y que no va a dormir bien. Y es que CADA NIÑO ES DIFERENTE.
Tomemos estas recomendaciones como lo que son, una guía, un consejo
Pero las que conocemos bien a nuestros hijos somos nosotras mismas. Si no necesitan siesta y esto perjudica el sueño en las noches pues hay que quitársela, claro, a menos que veamos que realmente tienen sueño. Si duermen bien con su siesta hay que dejársela por los múltiples beneficios que trae. También hay que tener en cuenta que un niño de 4 ó 5 años también debe tener tiempo para jugar, así que si hacen siesta a esta edad debe ser corta, tampoco es justo que mandemos a nuestros hijos a dormir tres horas durante el día y se pierdan toda una tarde de juegos. BALANCE es la palabra clave. Seguro que bajo estos criterios podremos tomar las mejores decisiones
¡Muchas mamás han compartido su forma de dormir a sus hijos !