¿Te has preguntado alguna vez qué hacer para fortalecer el desarrollo cerebral de tu hijo? Seguramente sí. Todos los padre estamos pendientes de que crezcan sanos, fuertes y por sobre todas las cosas exitosos.
En este caso todo empieza por el cerebro, el procesador central de todo nuestro desarrollo, nuestras habilidades y emociones. Por eso, la educación y todo lo que el niño aprende queda almacenado en el cerebro para ser utilizado en sus conductas y decisiones para la vida.
En ese sentido, debemos conocer que la etapa llamada la primera infancia, que va desde el nacimiento hasta los 8 años, es fundamental en este proceso.
Tanto padres como educadores debemos considerar quela primera infancia tiene una importancia fundamental en el ciclo vital del ser humano, puesto que en ella se sientan los cimientos para un desarrollo posterior saludable.
¿Qué papel juega esta etapa? Es muy fácil, las investigaciones señalan que las experiencias físicas, sociales y emocionales a las cuales están expuestos los niños son críticas y cruciales para la organización para el desarrollo del cerebro pudiendo dejar huellas para toda una vida.
Es decir, depende del entorno en el que criamos a nuestros hijos, ellos serán exitosos y optimistas. Las experiencias que viven en esta etapa determinaran el camino que tomen con el tiempo.
Si están expuestos a episodios tormentosos, problemáticos y negativos, ellos absorberán esos patrones y llegarán algún día a repetirlos, recordemos que a pesar de que el cerebro tiene habilidades innatas, hay muchas que los niños lo aprenden por imitación.
A los pocos meses del nacimiento los padres podrán observan varias de las habilidades que son fruto de un cerebro cada díamás desarrollado, muchas habilidades son el resultado del refinamiento del sistema de conexión entre neuronas, de la ramificación dendrítica, de la formación de nuevas conexiones, de la poda de las que no tienen una función para la red y del proceso de mielinización que permite que el cerebro se vuelva cada vez más funcional.
Sin embargo, son las experiencias las que van a influenciar en este cableado cerebral, por ello, es importante propiciar oportunidades, recursos y ambientes adecuados ya que en pocos años los niños tendrán que aprender muchas cosas: escuchar, hablar, caminar escribir, leer interpretar el mundo q los rodea, seleccionar, clasificar, inferir, entre otras capacidades base para todos los aprendizajes posteriores.
Es así que, aunque el cerebro tenga zonas específicas y capacidades innatas que abren el repertorio de las habilidades, los estudios más recientes señalan la fuerza e influencia que el medio ejerce en el desarrollo del ser humano.
En la primera infancia dichas habilidades pueden ser aprendidas, estimuladas y refinadas, ya que la plasticidad del cerebro permitirá la conformación de una personalidad más sana y equilibrada y se construirá una identidad positiva para las futuras etapas del desarrollo siempre y cuando el entorno sea favorable.
Ojo al entorno donde se desenvuelven nuestros chicos, nosotros podemos guiar su cerebro hacia el éxito.