¿Por qué se ha vuelto popular el querer dar a luz en el agua? Esta alternativa poco convencional y ortodoxa cambia por completo la idea de un parto lleno de aparatos médicos, rodeada de personas extrañas en un lugar frío, por la premisa de un alumbramiento más íntimo, con el apoyo de un especialista y, en muchos casos, en la comodidad de tu propia casa, pero, ¿es recomendable?
Dar a luz a través de este método tiene varios beneficios a nivel físico, ya que el agua caliente ayuda a aliviar los dolores de las contracciones, además “durante el parto en el agua no se utiliza la anestesia epidural, pues hace que se duerma el cuerpo de cintura para abajo impidiendo a la madre tomar el control total del parto”, explicó el equipo de Babyplanner Barcelona, especialistas en este tipo de partos, para un medio español.
En el caso de los riesgos, son casi nulos, pues el bebé no se ahoga al salir, ya que tiene el reflejo de inmersión, por el cual no tragan agua al tener el glotis cerrado y solo respira hasta salir del agua y al tener contacto con el aire.
¿Cómo se realiza un parto bajo el agua?
Si has pensado tener a tu bebé bajo el agua, lo mejor que puedes hacer es averiguar si hay especialistas en el tema que te puedan asistir en el proceso; por lo general se necesita el apoyo de una obstetra, ya que son ellas las que conocen todo el proceso del parto y sabrán orientarte durante el alumbramiento.
Después, cuando ya tengas a tu equipo de personas que te ayudarán y asistirán en el gran día, debes tener en cuenta algunos detalles de logística: Una bañera, toallas, mantitas, una habitación despejada, tranquila y con luz tenue, el agua debe estar a 38°C.
Antes de ingresar al agua, procura que ya estés en proceso de dilatación, principalmente “cuando la dilatación sea activa y el cuello del útero esté dilatado entre tres y cinco centímetros”, según Babyplanner Barcelona.
¿Todas las mujeres pueden dar a luz bajo el agua?
Evidentemente no. Si se tiene pensado realizar este método, es recomendable que primero se esté seguro de que no haya ningún riesgo o problema relacionado a la salud de la mamá y del bebé, por lo que una consulta con tu médico es más que obligatoria.
Estos son los casos específicos donde se desaconseja este tipo de alumbramiento:
- Presencia de líquido amniótico: Cuando el color es opaco, verdoso y de consistencia espesa, debido a la presencia de una cantidad significativa de meconio, una sustancia oscura contenida en el intestino del bebé.
- En el caso de embarazo múltiple, prematuro o podálico.
- Si la madre ha tenido infecciones durante el embarazo o antecedentes médicos importantes.