Las mascotas son parte de nuestra familia, los cuidamos y atendemos en algunos casos desde que nacen y en otros cuando ya han sido separados e independizados de su mamá.
Para muchas de nosotras con como nuestros propios hijos, pero cuando es momento de que llegue el bebé de verdad, grandes cambios se avecinan tanto para el perro como para la mamá.
En ese sentido es recomendable ir preparándolo con tiempo para que no sienta un cambio drástico y para evitar que se estrese o ponga agresivo. Si hay un engreído de 4 patas en casa, estos consejos son para ti.
- Acostúmbralo a pasar menos tiempo contigo para que después no sienta la ausencia, por ejemplo puedes pedir que otra persona lo saque a pasear o que alguien más lo cepille y dé de comer.
- Para lograr que se calme y no se vuelva a agresivo por el estrés o los celos, una buena idea es castrarlo. Esto definitivamente lo liberará.
- Vayan juntos a la peluquería, un buen corte de uñas evitará que el perrito lastime al bebé, además a él le encantará cambiar de look.
- Una buena manera de evitar que se sienta celoso y agreda al bebé es empezar a relacionarlo con niños pequeños, puedes pedir a algún familiar o amiga que traiga a su bebé a casa para que la mascota sepa cómo son y se vaya adaptando.
- Practica cargando una muñeca, así el perro aprenderá a verte con alguien más en los brazo que no sea él.
- Ponle límites desde un inicio, si le gusta morder todo haz que se enfoque en otros elementos y no vea al bebé como un juguete más y enséñale a mantenerse en un espacio para él, así no invadirá los ambientes donde esté nuestro hijo al nacer.
Y claro llénalo de más amor que antes para que sienta que sigue siendo alguien importante en tu vida, para que siga viéndonos como lo único que tienen para darles felicidad.